domingo, 28 de junio de 2009

Otra vez el huracán conoce su conciencia,
la culpa destilada en cubas de roble,
y las palabritas que ahora resultan demasiado nobles,
y el dedo que lo acusa, todo es al pedo,
cómo preparar una confesión si sólo fue animalización.
Somos resultado de la suma de sangre y espuma,
de las ganas contenidas de garchar de nuestros anteriores.
¿Qué honores esperan los animales
al hacerse cargo del asco de la sociedad? de lo más prohibido.
Nadie los va a aplaudir, ojalá los ensucie el olvido.
Se dan cuenta, pero prefieren reír que llorar,
sacar pecho de vampiro, o pegarse un tiro,
o no, o no... Debe ser el corte, ese nuevo corte careta,
debe ser la anfeta, una conveniente conclusión para una canción.

¿Diganme que no es sierto lo que dice?
el que dice que no leala 40 veces más.
Letra: Andrés Calamaro
Año: 2006

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