lunes, 17 de agosto de 2009

Hay caminos que no se olvidan jamás,
Malezas que no pueden avanzar.
Y cantos de sirenas que escuchar...
¡Inolvidables nombres!, Frentes altas, angustia y decisión ...,
y un llanto apagado por el calor.
¡Sol!, gritaron a unísono con su voz y fueron a buscar la muerte allí:
al mundo de injusticias y dolor, tras un hondo respiro...
Y acarician sus rostros la canción que los cisnes se aprestan a entonar,
previamente a su desaparición ...,
la de una vida abierta como flor.



HAY HAY HAY...

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